Es conocida la relación entre el sueño y la diabetes del adultos. Dormir mal pone en marcha mecanismos que liberan hormonas de estrés como el cortisol que no dejan trabajar a la insulina aumentando su resistencia y en consecuencia alterando el control de la glucosa.
Dormir mal empeora el control de la diabetes de tipo 2 y además, algunos trastornos del sueño como la apnea de sueño son frecuentes en esta patología. Pero poco hay publicado sobre los efectos del sueño en la diabetes tipo 1.
Recientemente ha sido publicado un estudio de la Universidad de Mahidol en Bangkok, en el que, tras la observación de que la variabilidad del sueño se relaciona con efectos metabólicos adversos en individuos sanos, se exploró si la variabilidad del sueño afecta el control glucémico y el requerimiento de insulina en la diabetes tipo 1.
Cuarenta y un pacientes adultos con diabetes tipo 1 fueron controlados durante 5 noches y observaron que una mayor variabilidad del sueño, reflejada como momentos de sueño alternando con privación y compensación del mismo y cambios en su calendario circadiano, se asocia con un peor control de la glucemia y mayor requerimiento de insulina.
Concluyen que el aumento de la regularidad del sueño puede mejorar el control metabólico en la diabetes tipo 1 y sus complicaciones a largo plazo.
Dormir mal empeora el control de la diabetes de tipo 2 y además, algunos trastornos del sueño como la apnea de sueño son frecuentes en esta patología. Pero poco hay publicado sobre los efectos del sueño en la diabetes tipo 1.
Recientemente ha sido publicado un estudio de la Universidad de Mahidol en Bangkok, en el que, tras la observación de que la variabilidad del sueño se relaciona con efectos metabólicos adversos en individuos sanos, se exploró si la variabilidad del sueño afecta el control glucémico y el requerimiento de insulina en la diabetes tipo 1.
Cuarenta y un pacientes adultos con diabetes tipo 1 fueron controlados durante 5 noches y observaron que una mayor variabilidad del sueño, reflejada como momentos de sueño alternando con privación y compensación del mismo y cambios en su calendario circadiano, se asocia con un peor control de la glucemia y mayor requerimiento de insulina.
Concluyen que el aumento de la regularidad del sueño puede mejorar el control metabólico en la diabetes tipo 1 y sus complicaciones a largo plazo.