Una mujer con diabetes de tipo 2 puede tener un embarazo sin que eso implique un riesgo para ella o el bebé pero si es cierto que se debe planificar de la misma manera que se hace con la diabetes de tipo 1.
El embarazo suele suponer un paréntesis en el tratamiento habitual de la mujer. La diabetes de tipo 2 se trata generalmente con fármacos orales (AO) y estos están contraindicados en el embarazo. Los AO se retiran previo a la preparación del embarazo y durante el mismo y el tratamiento se realiza con insulina siguiendo los esquemas y pautas de tratamiento de la diabetes de tipo 1.
Con alta frecuencia, las mujeres con diabetes de tipo 2 suelen tener sobrepeso u obesidad; en este caso, el tratamiento dietético es especialmente importante y dirigido a conseguir que el peso no se incremente e, incluso, disminuya. La obesidad dificulta más el embarazo y el parto añadiéndose la diabetes.
Un embarazo programado, con control estricto de los niveles de glucosa unos meses antes, de forma que se consiga una perfecta hemoglobina glucosilada (HbA1c) y, a ser posible, acompañado de pérdida de peso y que persista así durante el mismo harán que el riesgo de la diabetes sea mínimo.
De la misma manera que en la diabetes de tipo 1, el embarazo debe ser seguido en Unidades de Alto Riesgo en Obstetricia así como en consultas de Endocrinología que permitan ese buen seguimiento y control específico.
El embarazo suele suponer un paréntesis en el tratamiento habitual de la mujer. La diabetes de tipo 2 se trata generalmente con fármacos orales (AO) y estos están contraindicados en el embarazo. Los AO se retiran previo a la preparación del embarazo y durante el mismo y el tratamiento se realiza con insulina siguiendo los esquemas y pautas de tratamiento de la diabetes de tipo 1.
Con alta frecuencia, las mujeres con diabetes de tipo 2 suelen tener sobrepeso u obesidad; en este caso, el tratamiento dietético es especialmente importante y dirigido a conseguir que el peso no se incremente e, incluso, disminuya. La obesidad dificulta más el embarazo y el parto añadiéndose la diabetes.
Un embarazo programado, con control estricto de los niveles de glucosa unos meses antes, de forma que se consiga una perfecta hemoglobina glucosilada (HbA1c) y, a ser posible, acompañado de pérdida de peso y que persista así durante el mismo harán que el riesgo de la diabetes sea mínimo.
De la misma manera que en la diabetes de tipo 1, el embarazo debe ser seguido en Unidades de Alto Riesgo en Obstetricia así como en consultas de Endocrinología que permitan ese buen seguimiento y control específico.