Es una enfermedad de origen autoinmune frente a una proteína llamada gluten, y que conduce a daños en el revestimiento del intestino delgado. El gluten se encuentra en el trigo, centeno, cebada, y una multitud de alimentos preparados.
El intestino delgado es el responsable de la absorción de los alimentos y nutrientes. Por lo tanto, el daño a la mucosa del intestino delgado puede conducir a la dificultad para absorber nutrientes importantes. La enfermedad celíaca puede presentarse en personas de cualquier edad y afecta a ambos sexos y con relativa frecuencia se asocia a la diabetes tipo 1.
La enfermedad celíaca puede ser difícil de diagnosticar debido a que los síntomas son similares a otras alteraciones
Un análisis de sangre puede determinar el nivel en sangre de anticuerpos llamados transglutaminasa IgA, o IgG que están raramente elevados en los que no tienen la enfermedad celíaca.
Antes de someterse a estas pruebas, es importante seguir una dieta normal, incluyendo los alimentos que contienen gluten. Evitar el gluten podría causar que los niveles de anticuerpos sean normales y retrasar el diagnóstico.
Si la prueba de sangre es positivo, el diagnóstico debe ser confirmado por el examen de una pequeña muestra de la mucosa intestinal con un microscopio. La muestra (llamada biopsia) se recoge normalmente durante una endoscopia superior, una prueba que consiste en tragar un pequeño instrumento flexible con una cámara. La cámara permite examinar la parte superior del sistema gastrointestinal y retirar una pequeña pieza (biopsia) del intestino delgado. La biopsia no es doloroso.
No tomar gluten no cura pero evita las consecuencias de la celíaca que son diarreas, malestar abdominal, anemia por falta de hierro y predisposición a determinados canceres intestinales y linfomas.
El intestino delgado es el responsable de la absorción de los alimentos y nutrientes. Por lo tanto, el daño a la mucosa del intestino delgado puede conducir a la dificultad para absorber nutrientes importantes. La enfermedad celíaca puede presentarse en personas de cualquier edad y afecta a ambos sexos y con relativa frecuencia se asocia a la diabetes tipo 1.
La enfermedad celíaca puede ser difícil de diagnosticar debido a que los síntomas son similares a otras alteraciones
Un análisis de sangre puede determinar el nivel en sangre de anticuerpos llamados transglutaminasa IgA, o IgG que están raramente elevados en los que no tienen la enfermedad celíaca.
Antes de someterse a estas pruebas, es importante seguir una dieta normal, incluyendo los alimentos que contienen gluten. Evitar el gluten podría causar que los niveles de anticuerpos sean normales y retrasar el diagnóstico.
Si la prueba de sangre es positivo, el diagnóstico debe ser confirmado por el examen de una pequeña muestra de la mucosa intestinal con un microscopio. La muestra (llamada biopsia) se recoge normalmente durante una endoscopia superior, una prueba que consiste en tragar un pequeño instrumento flexible con una cámara. La cámara permite examinar la parte superior del sistema gastrointestinal y retirar una pequeña pieza (biopsia) del intestino delgado. La biopsia no es doloroso.
No tomar gluten no cura pero evita las consecuencias de la celíaca que son diarreas, malestar abdominal, anemia por falta de hierro y predisposición a determinados canceres intestinales y linfomas.