La Diabetes es un enfermedad crónica con múltiples implicaciones de vida, sociales, familiares, etc. Esto hace que en muchas ocasiones no sea bien aceptada y conduzca a situaciones de tristeza por parte de quien la padece. Pero a veces, aparecen auténticas depresiones que no hay que confundir con la tristeza que la aceptación de una enfermedad de estas características implica. La depresión es una enfermedad y como tal precisa de tratamiento médico.
Hay un curioso estudio que dice que algunas depresiones pueden tener su origen en infecciones virales y si suponemos que la diabetes juvenil puede ser desencadenada, al menos en algunos casos, por un virus, podríamos decir que algunas depresiones que aparecen al poco tiempo del diagnóstico de la diabetes tengan un origen común .
De cualquier manera una depresión puede convivir con una diabetes independientemente como en otra persona cualquiera aunque el hecho de padecer diabetes pueda colaborar en su aparición o desencadenarla.
En todas las circunstancias la depresión contribuye a un mal control de la glucosa y algunos de los fármacos que se utilizan en su tratamiento pueden alterar los niveles glucémicos. Los fármacos con efecto tranquilizante o relajante pueden tapar los síntomas de la hipoglucemia especialmente si se toman por la noche.
La mejoría de la depresión suele traer en consecuencia, mejoría de la glucosa.
Hay un curioso estudio que dice que algunas depresiones pueden tener su origen en infecciones virales y si suponemos que la diabetes juvenil puede ser desencadenada, al menos en algunos casos, por un virus, podríamos decir que algunas depresiones que aparecen al poco tiempo del diagnóstico de la diabetes tengan un origen común .
De cualquier manera una depresión puede convivir con una diabetes independientemente como en otra persona cualquiera aunque el hecho de padecer diabetes pueda colaborar en su aparición o desencadenarla.
En todas las circunstancias la depresión contribuye a un mal control de la glucosa y algunos de los fármacos que se utilizan en su tratamiento pueden alterar los niveles glucémicos. Los fármacos con efecto tranquilizante o relajante pueden tapar los síntomas de la hipoglucemia especialmente si se toman por la noche.
La mejoría de la depresión suele traer en consecuencia, mejoría de la glucosa.