La Diabetes del adulto o tipo 2 se origina por una resistencia a la insulina que progresivamente va agotando la reserva de insulina del páncreas, lo que obliga a, finalmente, utilizar insulina en su tratamiento.
El fármaco que se usa inicialmente es la metformina porque disminuye esa resistencia y no baja la glucosa por debajo de lo normal, es decir, no produce hipoglucemias; por eso se puede usar incluso en la prediabetes.
A medida que el proceso avanza , los niveles de glucosa se elevan y la metformina ya no es suficiente para su control, se añaden otros fármacos que ayudan a la metformina a disminuir la resistencia o provocan pérdida de peso si este está en exceso; la pérdida de peso, por si sola, disminuye la resistencia a la insulina y mejora otros factores de riesgo cardiovascular añadidos a la diabetes. En este sentido hay dos tipos de fármacos,los análogos del GLP-1 que se pinchan y los análogos del SGLT2 que favorecen la eliminación de la glucosa por la orina y se toman en pastillas.
Otros fármacos favorecen la liberación de insulina y se usan tras la metformina con mucha frecuencia, especialmente si no es necesario una pérdida de peso.
Cuando todos fallan, los llamados sulfonilureas, tiran de la reserva de insulina, pueden provocar hipoglucemias y hay que manejarlos con cuidado.
Finalmente, hay que recurrir a la insulina cuando las pastillas ya no son eficaces. Inicialmente se pueden dar en conjunto usando una insulina basal para terminar con insulinización definitiva siguiendo el mismo esquema de la diabetes 1.
El fármaco que se usa inicialmente es la metformina porque disminuye esa resistencia y no baja la glucosa por debajo de lo normal, es decir, no produce hipoglucemias; por eso se puede usar incluso en la prediabetes.
A medida que el proceso avanza , los niveles de glucosa se elevan y la metformina ya no es suficiente para su control, se añaden otros fármacos que ayudan a la metformina a disminuir la resistencia o provocan pérdida de peso si este está en exceso; la pérdida de peso, por si sola, disminuye la resistencia a la insulina y mejora otros factores de riesgo cardiovascular añadidos a la diabetes. En este sentido hay dos tipos de fármacos,los análogos del GLP-1 que se pinchan y los análogos del SGLT2 que favorecen la eliminación de la glucosa por la orina y se toman en pastillas.
Otros fármacos favorecen la liberación de insulina y se usan tras la metformina con mucha frecuencia, especialmente si no es necesario una pérdida de peso.
Cuando todos fallan, los llamados sulfonilureas, tiran de la reserva de insulina, pueden provocar hipoglucemias y hay que manejarlos con cuidado.
Finalmente, hay que recurrir a la insulina cuando las pastillas ya no son eficaces. Inicialmente se pueden dar en conjunto usando una insulina basal para terminar con insulinización definitiva siguiendo el mismo esquema de la diabetes 1.