La diabetes de tipo 1 ocurre por una destrucción de la célula beta del páncreas, lugar donde se produce la insulina por unos agresores procedentes del propio organismo; es lo que conocemos como proceso autoinmune, el cuerpo se agrede a sí mismo aunque algunos factores externos desconocidos (virus, ambientales....) e internos (genéticos ) favorezcan que esto ocurra.
Cuando la célula beta sufre esa agresión, se desencadena un proceso de inflamación progresivo que termina con la destrucción de la misma y en consecuencia se deja de producir insulina.
Todo este proceso es, como se ha dicho, progresivo y puede tardar más o menos tiempo en ocurrir. Del retraso en este proceso depende la fase más o menos larga de lo que conocemos como luna de miel, un momento en el que el control de la diabetes es muy bueno porque queda reserva de insulina que ayuda a la que se recibe desde el exterior.
Varios tipos de células están implicadas en el desarrollo de la diabetes tipo 1. Estas células incluyen: Las que agreden a la célula beta , las que presentan a la célula beta al agresor, las que originan la inflamación, y la propia célula beta que intenta responder al ataque.
Hoy en día, hay en investigación varios agentes terapéuticos potenciales que se dirigen a algunas de estas vías causantes del problema. Fármacos que intentan disminuir la inflamación actuando sobre las células que la originan, o sobre las células que agreden o presentan al agresor.
Otros posibles tratamientos que se dirigen a las causas de la diabetes tipo 1 incluyen el intento de supervivencia y regeneración de las células β.
Hace poco se ha publicado el descubrimiento de un posible fármaco, el I- BET151, que fue originalmente generado para actuar en determinados códigos del genoma y que se vio que actúa sobre las células inflamatorias que participan en la destrucción de la célula beta. Pero no solo eso sino que parece que también puede actuar sobre las responsables del ataque, incluso prevenir los nuevos Los experimentos se han realizado en ratones y se está estudiando si pueden utilizarse en humanos.
La droga ataca a la célula beta (rojo) y a los macrófagos (verde) del islote pancreático
Cuando la célula beta sufre esa agresión, se desencadena un proceso de inflamación progresivo que termina con la destrucción de la misma y en consecuencia se deja de producir insulina.
Todo este proceso es, como se ha dicho, progresivo y puede tardar más o menos tiempo en ocurrir. Del retraso en este proceso depende la fase más o menos larga de lo que conocemos como luna de miel, un momento en el que el control de la diabetes es muy bueno porque queda reserva de insulina que ayuda a la que se recibe desde el exterior.
Varios tipos de células están implicadas en el desarrollo de la diabetes tipo 1. Estas células incluyen: Las que agreden a la célula beta , las que presentan a la célula beta al agresor, las que originan la inflamación, y la propia célula beta que intenta responder al ataque.
Hoy en día, hay en investigación varios agentes terapéuticos potenciales que se dirigen a algunas de estas vías causantes del problema. Fármacos que intentan disminuir la inflamación actuando sobre las células que la originan, o sobre las células que agreden o presentan al agresor.
Otros posibles tratamientos que se dirigen a las causas de la diabetes tipo 1 incluyen el intento de supervivencia y regeneración de las células β.
Hace poco se ha publicado el descubrimiento de un posible fármaco, el I- BET151, que fue originalmente generado para actuar en determinados códigos del genoma y que se vio que actúa sobre las células inflamatorias que participan en la destrucción de la célula beta. Pero no solo eso sino que parece que también puede actuar sobre las responsables del ataque, incluso prevenir los nuevos Los experimentos se han realizado en ratones y se está estudiando si pueden utilizarse en humanos.
La droga ataca a la célula beta (rojo) y a los macrófagos (verde) del islote pancreático