El transporte de la insulina es algo fundamental. El calor excesivo puede estropearla y para evitarlo hay que llevarla en frío. Una nevera pequeña, que venden en muchos establecimientos, puede ser muy útil introduciendo en ella algo de hielo u otro utensilio que mantenga el frío.
Lo ideal es llevarla repartida, una parte en la mochila o bolso de mano junto con el glucagón para las necesidades inmediatas y otra en el bolso de viaje por si se perdiera el anterior. Si viajamos en avión, es mejor que toda vaya en la cabina con nosotros.
Para poder pasar el control de los aeropuertos o aduanas, hay que pedir al médico un certificado diciendo que padece diabetes y que precisa insulina, agujas…
Si el viaje es largo y a un país con cambio horario, las personas en tratamiento con bolo /basal tienen que administrar su insulina lenta igual y poner las insulinas rápidas siempre que sea preciso con tal de que la distancia entre ellas no sea inferior a 3 horas. La lenta se pone a la misma hora que correspondería, si el nuevo horario es posterior al nuestro, podemos adelantar la insulina para ponerla en el horario equivalente en el nuevo destino; si por el contario es anterior podemos dejarla en el nuevo horario ( media tarde por ejemplo) si el tiempo de estancia es corto, o ir atrasando la hora 3 horas cada día hasta dejarla en el que nos interese. Con la nueva insulina, Tresiba, que acaba de salir al mercado, este problema está resuelto.
Es importante llevar siempre tiras de acetona y glucagón para poder tratar las posibles descompensaciones y evitar ingresos indeseados y comunicar siempre a nuestros compañeros de viaje nuestra condición y como actuar si fuera preciso.
Lo ideal es llevarla repartida, una parte en la mochila o bolso de mano junto con el glucagón para las necesidades inmediatas y otra en el bolso de viaje por si se perdiera el anterior. Si viajamos en avión, es mejor que toda vaya en la cabina con nosotros.
Para poder pasar el control de los aeropuertos o aduanas, hay que pedir al médico un certificado diciendo que padece diabetes y que precisa insulina, agujas…
Si el viaje es largo y a un país con cambio horario, las personas en tratamiento con bolo /basal tienen que administrar su insulina lenta igual y poner las insulinas rápidas siempre que sea preciso con tal de que la distancia entre ellas no sea inferior a 3 horas. La lenta se pone a la misma hora que correspondería, si el nuevo horario es posterior al nuestro, podemos adelantar la insulina para ponerla en el horario equivalente en el nuevo destino; si por el contario es anterior podemos dejarla en el nuevo horario ( media tarde por ejemplo) si el tiempo de estancia es corto, o ir atrasando la hora 3 horas cada día hasta dejarla en el que nos interese. Con la nueva insulina, Tresiba, que acaba de salir al mercado, este problema está resuelto.
Es importante llevar siempre tiras de acetona y glucagón para poder tratar las posibles descompensaciones y evitar ingresos indeseados y comunicar siempre a nuestros compañeros de viaje nuestra condición y como actuar si fuera preciso.